jueves, 11 de diciembre de 2008

La deriva del arte moderno

"Muchas de las obras que vemos en los museos y exposiciones no enriquecen nuestra percepción del mundo y resultan tediosas, ya sea por su trivialidad o por su pretensión teórica. Para algunos curators y comisarios que mandan en la escena internacional, el artista ya no es un visionario, sino un fabricante de productos de consumo lujoso, destinados a un público más cercano al sensacionalismo que a la reflexión intelectual. Es por tanto posible que la desacralización del arte haya llegado a su límite. Entonces ¿por qué no reivindicar su carácter sublime, en contraposición al materialismo imperante en nuestra sociedad?
Por ahí, quizá, podría ir el lema de la próxima moda artística. Chi lo sa!"
Marie-Claire Uberquoi en el ¿El arte a la deriva?(Barcelona 2003)

Así finaliza el ensayo de esta periodista y crítica de arte, desde aquí, partimos hacia la deriva, porque ya hace 5 años que el arte estaba bastante fracturado, y hasta ahora, muchas cosas no han cambiado...

El arte sigue buscando renovarse, encontrar algo que mueva a la gente, y que llene los museos, abarrotados de personas dispuestas a dejarse lo que sea en cualquier cosa que se llame "arte". Desde hace unos pocos años, se ha introducido distintas formas de publicar arte, gracias la vorágine del internet, distintos grupos sociales alojan gran cantidad de personas que dicen dedicarse al arte; también se han incluido para el placer de muchos, las licencias libres, que ha empezado a cambiar la forma de publicar y de proteger aquellos derechos de autor, sobre las obras. Pero aun así, el mercado mercantilista, la facilidad para construir y publicar obras, son un problema para encontrar una estabilidad artística en este nuevo siglo.

Desde ahora, cualquier persona es artista (ya sabemos que todos llevamos un artista dentro), gente que desconoce historia alguna del arte, realiza obras mediocres y luego intenta sacar algún beneficio económico de ello, esto no es nuevo, pero en la música donde la mayor parte de la historia está ya mostrada, así como en la pintura, estos pseudo-artistas, no saben que buscan, no hay proyección, pasión, entendimiento o respeto por el arte y la cultura, sólo creen que alguien va a pagar millones por su música, mientras ellos están sentados frente a un ordenador.
Lo que lleva a otro grupo de artistas que de verdad se dedican a ello, a tener menos acceso al mercado, puesto que se ha creado una moda, la de nuevos artistas que logran desprestigiar a los que si crean y evolucionan en un arte. Si el arte estaba de capa caída, ahora se está destrozando desde dentro, veo que no hay evolución alguna, gracias a toda esta facilidad de los media, de publicar un vídeo, una canción y un poema, y ya proclamarte descaradamente "polifacético".

El proceso artístico, no se basa en sentarse y crear algo en un momento para luego difundirlo, el artista se forma a diario, leyendo, explorando, escuchando, viendo, documentándose de lo que ya está hecho y lo que queda por venir. No todo queda aquí, los problemas siguen apareciendo, en la división de los artistas, principalmente por ideologías políticas, o en contra del mismo arte, estos activistas se centran en un único problema que para ellos es importante y se encasillan, problema que hace que sus obras sean repetitivas y que nunca evolucionen.

Estoy seguro que el arte moderno tiene mucho más potencial del que hemos venido viendo desde hace un par de lustros, lo que falta es poder poner las manos bien sobre esas herramientas con unas buenas ideas, y no dejar llevarnos por las herramientas y quedarnos sin ideas. Ahora es importante la idea y el medio por el se llega a esa acción pero sin caer en la necesidad de necesitar la última tecnología para crear obras de calidad asombrosa con un mensaje consistente y que perdure en el tiempo, ya que el artista necesita salir de esa soledad, y encontrarse no con el público sino con el mismo en forma de arte, es decir, con la naturaleza que lo ha creado.

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